¿QUÉ SIMBOLIZA EL PORTAL DE BELÉN?

 Por Víctor Longares Abaiz

En los Evangelios de Mateo y Lucas se habla de un episodio mítico sobre el nacimiento extraordinario de Jesús, que va más allá de la simple anécdota, ya que su mensaje contiene un fuerte sincretismo (Mt. 1,18 - 2, 12 y Lc. 2, 1-20). Se trata de una narración que parece independiente del contenido de los Evangelios y que responde a algo que es común a todas las culturas antiguas, como es presentar el nacimiento del protagonista como algo fabuloso, anunciado por los astros o rodeado de momentos singulares, como la visita de personajes llegados de Oriente.

Sin embargo, según el mitólogo Joseph Campbell, hay un mensaje lanzado a dos de los grandes grupos culturales de la zona: el persa y el egipcio. El dios Mitra, que también nació en una cueva, lleva un gorro frigio similar al que se colocaba a los Reyes Magos que visitan a la Sagrada Familia, en las primeras representaciones. Los Evangelios no hablan de reyes, sino de magos, nombre que recibían los sacerdotes del zoroastrismo.

 

Izquierda: El dios Mitra matando un toro. British Museum (Londres, Reino Unido). Siglo II. Derecha: Los tres Reyes Magos, en la iglesia de San Apolinar el Nuevo. (Rávena, Italia). Siglo VI.

Pero Jesús nace entre dos animales: un buey (símbolo de Osiris) y un asno (símbolo de Seth). En el nacimiento de Jesús vemos a los dos hermanos rivales, reconciliados ante Jesús, calentándole con su aliento divino (símbolo muy sugerente en las religiones egipcia y judía). El Evangelio de Lucas añade otro elemento más que completa esta escena:

 “Y de pronto, se juntó con el ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: ‘Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres en quien Él se complace.’” (Lc. 2, 13-14)

 

 Según Campbell, el mensaje que los Evangelios están dando es que Jesús es el verdadero Salvador, a quien zoroástricos (los magos) y egipcios (buey y asno) se rinden. En el caso egipcio, la presencia de los dos animales indicaría que viene a traer la paz, pues consigue reconciliar incluso a los dos hermanos enfrentados desde tiempos ancestrales. Por último, los ángeles (presentes en el judaísmo helenístico y en el zoroastrismo) cantan la gloria de Jesús, como el rey de las naciones, que viene a traer la paz y la gloria.

 

Según la interpretación de Campbell, todos en la época reconocerían ese mensaje al verlo en esta escena de la Natividad. No tenemos algo que pruebe esta afirmación, pero es cierto que, en los dos Evangelios en que aparece explicada, la narración del Nacimiento de Jesús parece un añadido, al no tener mucha coherencia textual con la predicación de Cristo. La forma que tiene de cuento mitológico podría indicar que sí es cierto que exista ese mensaje que el mitólogo defiende. 


PARA SABER MÁS

Campbell, Joseph (2019). Tú eres eso. Atalanta. Páginas 115-117.

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